¿Cómo es Héctor Díaz con las relaciones?
“Siento que a medida que fui creciendo fui comprendiendo que era importante sostener un vínculo en lo profesional, afectivo, vincular es un trabajo de hormiga. En lo personal. Hoy lo vivo con un temple distinto, más tranquilo, menos arrebatado. Uno empieza a elegir las relaciones que lo enriquecen más y se vuelve más selectivo. Hoy estoy tranquilo porque son las que elegí y las vivo con paz.”
¿Qué hay en el subconsciente de Héctor que lleva a que “Bajo Terapia”, “Laponia” y “Para mí, Para Vos” tengan un hilo conductor de relaciones humanas?
“Sí, muchas veces pareciera que tiene que ver con uno y a veces es más casual debido a la convocatoria del director. Pero sí es cierto que los vínculos de pareja, paternos, maternos o filiares siempre están presentes en el teatro. Los temas respecto a la calidad humana rondan siempre en más o menos cinco cosas: amor, desamor, celos, traición, fracasos, pasado, futuro…
Resulta que yo tenía otra formación de mas jóven. Estudiaba comunicación social y el teatro me abrió a lo vincular y me dejó miles de enseñanzas. Hay como un comercio entre lo profesional y lo emocional. Hay en juego muchas cosas personales que afloran y actuándolas uno ve que las tiene. Me ayudó a consolidarme como persona y darme más una sensación de disfrute. Me cambió mucho la percepción de todo. La vida se me divide entre antes del teatro y después del teatro.”
¿Hablando del teatro, de qué se trata la obra?
“La obra es un reencuentro de 3 hermanos en la casa de campo de toda su vida. Dos de ellos nunca se fueron. Laura (Oliva) y Boy ( Olmi) y el personaje de Soledad Villamil, sí, es la hermana que pudo despegar, le fue super bien en la vida. Es la que mantiene la casa. Se produce un regreso de su hermana a la casa y allí se ponen en juego el fracaso, el éxito, el arrepentimiento,el disfrute de niños, el futuro que avizoran…Es una obra donde hay mucha humanidad, mucho vínculo, como en las obras de Chéjov.
Luego también hay tres personajes cruciales: la doméstica con un poder de pitonisa con poderes que anuncia catástrofes Tupac (Larriera) que es el novio de turno de Soledad (Villamil) es el poder de lo sexual. Y el personaje de Ailin (Zaninovich) es de una artista que quiere crecer como actriz y contagia al personaje de Boy (Olmi) a que desarrolle lo que él siempre quiso hacer. Todos los personajes potencian algo. También tiene un componente emocional además de cómico la obra. Uno se va con muchos sentimientos.”
¿Si no fueras el Director, qué personaje de la obra serías?
“No se, porque es una paleta perfecta. Pero sería el de Boy (Olmi). Siempre tuve empatía con ese personaje que parece monitorear la vida desde afuera y de repente algo lo hace sacarse ese disfraz de pobre hombre y que lo transforma en algo más poderoso.”
Respecto a Boy Olmi. ¿Cómo influye su visión del cine en el teatro?
“En el caso de Boy, además de ser un excelente actor, ese componente cinéfilo y fotográfico, siempre nos fue aportando mucho. Hay mucho material suyo en nuestro grupo de Whatsapp de imagen, fotografía, de luz, de puesta, de imágenes de campo…El tiene una visión muy poética de la imagen, así que su aporte fue esencial y aparte la obra intenta rendir un homenaje a Chejov. Sin ser Chejoviana, tiene muchos componentes y Boy es muy fanático de él. Entonces mantener el espíritu Chejoviano fue crucial y él fue muy importante para lograrlo.”
¿Hector, dónde podemos encontrar la obra?
“En Instagram @paramiparavosok . Soy Prensa es nuestra prensa. Estamos en el Multiteatro Tabaris Comafi de miércoles a domingos. Miércoles, jueves, viernes 20.00 hs, sábados 19.30 hs y 21.30 hs y domingos 20.00hs. Hasta que las velas no ardan.” (risas)
Editora: Daniela Delachaux
